Ángel Pueyo y Rafael de Miguel participan junto a otros expertos en una reunión sobre la construcción de la nueva Romareda

(Zaragoza. Jueves, 19 de mayo de 2022). El pasado miércoles, 18 de mayo, los grupos municipales mantuvieron una reunión con investigadores de la Universidad de Zaragoza y la Universidad San Jorge para continuar perfilando los pros y contras de las dos posibilidades de construcción del nuevo estadio de la Romareda que se plantean en este momento: construir el campo de fútbol en la ubicación actual o hacerlo en el Parking Norte del Actur. Entre dichos investigadores se encontraban Rafael de Miguel González, profesor de la Universidad de Zaragoza y miembro del grupo de investigación ARGOS; y Ángel Pueyo Campos, Vicerrector de Planificación, Sostenibilidad e Infraestructura e investigador principal del grupo GEOT, ambos miembros del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA).

Este encuentro se enmarca dentro de las reuniones que están manteniendo los concejales con diferentes agentes sociales, económicos y vecinales para conocer sus opiniones sobre el futuro del estadio y tomar la decisión final teniendo en cuenta las diferentes variables. Los expertos coincidieron en varios aspectos clave, entre los que destaca  la necesidad de que el nuevo estadio sea polivalente y que no albergue solo los partidos de fútbol del Real Zaragoza, sino que esté abierto a otras disciplinas y a actividades culturales y sociales, dado que requerirá asumir una importante inversión.

Según se relata desde Heraldo de Aragón, el profesor de la Universidad de Zaragoza y miembro del grupo de investigación ARGOS Rafael de Miguel lanzó una serie de cuestiones. «¿Hacia dónde queremos hacer ciudad y atraer inversiones? ¿Queremos seguir construyendo hacia dentro o hacia afuera?». En este sentido, explicó que actualmente en torno al 40% de la superficie urbana de Zaragoza se enmarca dentro del Tercer Cinturón (frente al 80% de la década de los 90), pero todavía alberga al 70% de la población total, «que no la joven», que ocupa mayoritariamente barrios como Parque Venecia o Valdespartera.

 

Por su parte, el vicerrector de Planificación, Sostenibilidad e Infraestructura de la Universidad de Zaragoza e investigador del grupo GEOT,  Ángel Pueyo, ofreció un pormenorizado análisis de los aspectos que juegan a favor y en contra de cada ubicación, en el que La Romareda gana puntos que la ubicación en el Actur, entre otras porque la distancia media que tienen los zaragozanos actualmente hasta el estadio es de 2,99 kilómetros, frente a los 4,55 que tendrían al Parking Norte. La actual ubicación, según explicó Pueyo, es mucho mejor en cuanto a la accesibilidad desde dentro de la ciudad, ya que cuenta con el tranvía y varias líneas de bus, así como buenas conexiones a pie, en bici o patinete. No obstante, también hay que tener en cuenta que llegarán numerosas personas desde fuera, para quienes será más sencillo llegar al Actur, donde se contará, además, con más capacidad de aparcamiento. Ángel Pueyo resaltó la importancia de que las personas que se desplacen para asistir a evetos que albergue el nuevo estado, tengan «capacidad para poder desarrollar sus actividades dentro de la ciudad», es decir, que consuman en el comercio y la hostelería de Zaragoza o se alojen en sus hoteles y, en definitiva, «generen economía». En este caso también saldría favorecida La Romareda porque dispone de más establecimientos y servicios a su alrededor.

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