Laia Alegret, primera participante de la UZ en la expedición científica del programa International Ocean Discovery Program

 

El próximo sábado, 22 de julio, comienza la Expedición 371: una iniciativa del International Ocean Discovery Program financiada con más de 12 millones de euros, que tiene como objetivo perforar fondos oceánicos en distintos puntos del Pacífico Sudoccidental situados entre Australia y Nueva Zelanda, para reconstruir la historia de los océanos estudiando los fósiles marinos, y así entender mejor procesos y cuestiones relativas a la evolución de la Tierra y su respuesta a cambios climáticos. Siguiendo esta línea, uno de los principales objetivos es la reconstrucción del movimiento de las placas tectónicas y de la evolución climática durante el Cenozóico, analizando el paso de un mundo «invernadero» hasta la aparición de capas de hielo. Contará por primera vez con la participación de un miembro de la Universidad de Zaragoza: Laia Alegret, micropaleontóloga, profesora perteneciente al Departamento de Ciencias de la Tierra de la UZ y miembro del Instituto de Investigación en Ciencias Naturales (IUCA).

Esta expedición se llevará a cabo en el buque Joides Resolution, que partirá de Townsville (noreste de Australia), el próximo sábado y surcará durante dos meses las aguas del Mar de Coral y Mar de Tasmania. El buque fue originalmente construido para la exploración petrolífera, hasta que en 1985 fue convertido en un buque científico para el estudio de sondeos oceánicos. Desde entonces, ha surcado las aguas de todos los océanos y ha perforado más de 400km de sondeos en más de 130 expediciones. En la próxima expedición, albergará a 29 científicos de todo el mundo seleccionados por un comité internacional, que trabajarán en turnos de 12 horas diarias durante los siete días de la semana, para analizar las muestras que se vayan extrayendo de los fondos batiales y abisales.

Buque científico Joides Resolution, en el que se realizará la expedición. Imagen cedida por Laia Alegret

Las consecuencias del actual cambio climático a medio y largo plazo no se conocen con exactitud, y para mejorar las predicciones de los modelos paleoclimáticos es necesario caracterizar eventos similares del pasado geológico, sus consecuencias ambientales y sobre la vida. Los científicos seleccionados estudiarán diversos eventos de calentamiento (denominados hipertermales) del Paleógeno (hace 65-25 millones de años), que se consideran como experimentos naturales del actual cambio climático, en una región del Pacífico Suroeste escasamente explorada y que recientemente ha sido reconocida como el “octavo continente”, Zelandia, que permanece sumergido en las aguas del Pacífico casi en su totalidad.

Mapa del mundo con el contorno Zelandia destacado. Imagen extraída de eltiempo.es

Tras el análisis de los eventos hipertermales del Paleógeno de Zelandia, se compararán entre sí y con el cambio climático actual, y estos resultados podrán correlacionarse a alta resolución con los obtenidos en otras regiones. Los estudios micropaleontológicos y geoquímicos permitirán reconstruir el calentamiento asociado a cada evento, relacionarlo con sus posibles causas, conocer en qué grado afectaron a los ecosistemas marinos y determinar si existe un umbral de calentamiento por encima del cual los ecosistemas son más severamente afectados, para poder compararlos con la situación actual de nuestro planeta y predecir las consecuencias del cambio climático. Se trata de una oportunidad excelente de conseguir muestras únicas de los eventos hipertermales del Paleógeno, y de estudiar los microfósiles durante el periodo de moratoria de 2 años, lo cual supone una oportunidad única para publicar los primeros resultados procedentes del “nuevo continente”.

La investigadora Laia Alegret (izquierda) trabajando con una compañera. Imagen cedida por Laia Alegret

Aunque la modesta contribución económica de España no justifica la participación ni siquiera de un científico español por año, la oscense e investigadora del IUCA, Laia Alegret, ha sido seleccionada para participar como científica (micropaleontóloga) en esa expedición por su gran experiencia en el estudio de fósiles microscópicos.

“Es un honor pero también una gran responsabilidad, porque mi participación no está justificada por la aportación económica de mi país al programa, sino porque se espera que mi trabajo contribuya de manera significativa a los objetivos científicos dela expedición”, señala la paleontóloga, que estudiará los distintos grupos que formaban el plancton marino del pasado, así como organismos unicelulares de los fondos oceánicos. Esto le permitirá conocer la edad de los sedimentos marinos, el tipo de ambiente que representan, la temperatura de las aguas del pasado, la salinidad, la productividad marina y conocer la evolución de los sistemas marinos a lo largo del tiempo estudiado. Por otro lado, analizará cómo respondió el Océano Pacífico a un evento de calentamiento global similar al actual hace 55 millones de años y predecir las consecuencias futuras, así como la evolución de los ecosistemas durante el enfriamiento que condujo a la aparición de capas de hielo permanentes hace 37 millones de años.

La investigadora Laia Alegret en Nueva Zelanda. Imagen cedida por Laia Alegret