Nuevos edificios de energía cero

El 24 abril de abril de 2009 WWF dió la bienvenida a la decisión del Parlamento Europeo, que votó a favor de que todos los nuevos edificios residenciales, de oficinas y servicios que se construyan en la Unión Europea a partir de 2019 sean de energía cero.


El 24 abril de abril de 2009 WWF dió la bienvenida a la decisión del Parlamento Europeo, que votó a favor de que todos los nuevos edificios residenciales, de oficinas y servicios que se construyan en la Unión Europea a partir de 2019 sean de energía cero. El plazo será 2016 en el caso de los edificios públicos de nueva construcción. El Parlamento Europeo votó que todos los edificios deberán generar a partir de fuentes renovables, la misma cantidad de energía que consumen. Esta votación, que se produce a raíz de la revisión de la Directiva comunitaria sobre Eficiencia Energética en Edificios, deberá ser refrendada por el Consejo de Ministros a finales de año.

“Elogiamos la decisión de los legisladores de hacer de los edificios de energía cero la piedra angular de la revisión de esta norma comunitaria”, dice Arianna Vitali Roscini, Técnico de políticas para la conservación de la energía en edificios de WWF. “El potencial que tienen los edificios para ahorrar energía y producirla, a partir de fuentes renovables, es enorme e imprescindible para Europa. Este cambio estructural está a nuestro alcance, pero, para que ocurra, es necesario que haya voluntad política”, señala.

El 40% de la energía final de la UE y el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero se producen en los edificios. Gran parte de este consumo podría evitarse introduciendo mejoras en el aislamiento, en los sistemas de calefacción y refrigeración y utilizando doble acristalamiento, así como usando sistemas de iluminación eficientes y medidores inteligentes.

WWF también se alegra de que el nuevo texto elimine el umbral de los 1.000 m2 para incluir estándares de eficiencia energética en las renovaciones de cualquier edificio existente, independientemente de su tamaño. Con la redacción actual, la Directiva sólo cubre una tercera parte del stock de edificios en Europa, desaprovechando el potencial de ahorro que encierran las pequeñas viviendas residenciales.