Juan Ramón Castillo: «La energía nuclear tiene mala fama, pero supone enormes beneficios»

El catedrático emérito de Química Analítica de la Universidad de Zaragoza, primer director del IUCA, Juan Ramón Castillo, expuso hace unos días en Huesca que, «a pesar de su mala fama, la energía nuclear no es tan mala como se piensa ya que hoy en día supone enormes beneficios para la sociedad y el ser humano».

El ponente confesó que pese a su condición de científico trató de ser «imparcial» a la hora de plantear las virtudes y los riesgos de este tipo de energía durante esta charla enmarcada dentro del ciclo «Jueves Universitarios», que el campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza organiza en el Círculo Oscense en colaboración con el Ayuntamiento.

«Energía nuclear: Luces y Sombras» fue el título de la ponencia que ofreció este científico aragonés, que ha sido investigador principal de 24 proyectos de Plan Nacional de Ciencia y Tecnología, además de diversos proyectos europeos y autonómicos.

Castillo planteó, por ejemplo, que gracias a la medicina nuclear se puede combatir el cáncer a través de las sesiones de radioterapia. «Y cuánta gente se hace un Tac. Las radiografías más normales y corrientes se realizan con energía nuclear porque la radiación de rayos X es electromagnética y proviene de un núcleo, luego es energía nuclear», explicó.

Así, desde los usos más positivos para el ser humano trató de desvelar la cara amable de la energía nuclear, que también se emplea para recuperar incunables del siglo XV infectados bacteriológicamente o para exterminar plagas de mosquitos transmisores de enfermedades tropicales, a través de la esterilización por rayo gamma.

«Cuando la gente piensa en energía nuclear le viene a la cabeza la bomba atómica o las centrales nucleares que producen electricidad, cuyos accidentes pueden ser terribles, pero esto no es exactamente así. Hay muchas matizaciones», advirtió.

Así, el científico intentó explicar al público asistente cómo es la estructura atómica y la del núcleo, aspectos a los que sumó conceptos como la fisión y la fusión nuclear.

Respecto a la parte más oscura de esta fuente energética se refirió a dos puntos clave. En primer lugar, destacó su utilización como armamento nuclear y detalló el proceso del «Proyecto Manhattan», llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial y con el que se produjeron las primeras armas nucleares. A este factor sumó el tratamiento de los residuos radiactivos que generan las centrales nucleares, un aspecto «inexplicablemente no resuelto porque técnicamente es posible». Añadió que la única manera de librarse de ellos es enterrarlos bajo tierra o meterlos en bidones que se sumergen en fosas marinas a unos 10.000 metros de profundidad.

Finalmente, planteó que desde 1939 se han registrado 10 accidentes en centrales nucleares, cuatro de ellos graves, y valoró que en España, «excepto el que hubo en Vandellós I (Tarragona) no ha pasado nada nunca», y añadió que las emisiones no perduran a lo largo del tiempo.

 

Fuente: diariodelaltoaragon.es (28 de abril de 2019). «Juan Ramón Castillo: La energía nuclear tiene mala fama, pero supone enormes beneficios» [En línea]. Obtenida de http://www.diariodelaltoaragon.es/NoticiasDetalle.aspx?Id=1163190