El suelo busca su EPI
David BADÍA VILLAS
Profesor en la Escuela Politécnica Superior de Huesca y Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS)
La Desertificación supone “la degradación de los suelos de zonas secas por factores (geológicos, climáticos, biológicos y humanos) que ponen en peligro la biodiversidad y la supervivencia de las comunidades humanas” (FAO). Y esas zonas secas (zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas) no hay que buscarlas muy lejos, pues todo el valle medio del Ebro se incluye en ellas (con un índice de aridez, IA=P/ETP <inferior a 0,65). La Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su Asamblea General del 30 de enero de 1995, proclamó el 17 de junio como Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Con esa resolución, la ONU invita a todas las organizaciones, a la sociedad civil y a los medios de comunicación a que dediquen el Día Mundial a sensibilizar a la opinión pública respecto de este tema. Este año, el Día Internacional se centra en cambiar las actitudes públicas hacia la principal causa de la desertificación y la degradación de las tierras: la producción y el consumo incesantes de la humanidad y nos recuerda que “Todos tenemos una responsabilidad como beneficiarios del suelo”. Este organismo recuerda que “la producción de los alimentos, los forrajes y las fibras se obtienen de suelos sanos pero, dado que el suelo es finito, el consumo de esos productos debe ser razonable y el manejo del suelo, sostenible; en caso contrario, la demanda superará la disponibilidad de terreno suficiente”.
Nuestras elecciones individuales de consumo y producción tienen un impacto permanente en el suelo. Por lo tanto, restaurar y proteger las zonas frágiles es responsabilidad de todos los que quieran comer, beber o respirar”. ¡Y creo que cualquier lector querrá formar parte de ese colectivo!
“ Alimentos. Forrajes. Fibras: producción y consumo sostenibles“ tema de este año que enlaza nuestro consumo con la salud del suelo, en el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (UNCCD, United Nations Convention to Combat Desertification)
El IUCA y la Escuela Politécnica Superior (EPS) de Huesca (Universidad de Zaragoza), ,por sus labores de investigación y docentes tienen un fuerte vínculo con ese Día Mundial. Como el conjunto de Institutos y Centros de la Universidad de Zaragoza, están comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Y en particular con el ODS 15 (La vida en ecosistemas terrestres), que en su tercer punto, plantea: “luchar contra la desertificación, rehabilitar los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y neutralizar la degradación del suelo.”
Desde el Instituto de Investigacíón en Ciencias Ambientales, nos unimos a ella en la responsabilidad de dar a conocer el suelo y sus alternativas de manejo. El suelo que usamos, patrimonio heredado tras miles de años de formación, es imprescindible para la vida y del que obtenemos alimentos sanos. Como indica el Profesor en Ciencias del Suelo, Rattan Lal, Premio Nobel de la Paz en 2007 y recién galardonado con el World Food Prize 2020 (el pasado jueves 11), considerado el Premio Nobel de la Agricultura, “Normalmente, la gente piensa que la agricultura es el problema pero deber ser la solución”.
La producción de alimentos debe ser compatible con un buen uso de los suelos, dada la multitud de funciones que depende de ello, como puede verse en la siguiente infografía (http://ec.europa.eu/environment/soil) o en este interesante vídeo de la Comisión Europea.
¿Qué medidas pueden prevenir la degradación de los suelos?
Los procesos que pueden degradar la calidad física, química y biológica de los suelos son diversos pero también las medidas que pueden minimizarlos o corregirlos.
Las medidas de prevención mencionadas no siempre suponen una reducción a corto plazo de los costes de producción. Por ello, existe el reto de buscar medidas sostenibles también desde el punto de vista económico. En caso contrario, podría darse la paradoja de que, luchando contra la desertificación se hiciera desaparecer al agricultor del mundo rural, responsable de la obtención de los alimentos.
El suelo busca su EPI: Prueba en casa lo bien que le sienta al suelo un equipo de protección individual
Si tienes una botella de plástico córtala por la mitad, una mitad la llenas con suelo (con el tape puesto pero agujerado en la base para que drene el agua que añadiremos después) y la otra mitad la usas como soporte de la anterior. Si riegas sobre la superficie del suelo, algo inclinada, verás como el suelo desprotegido se pierde. Pero si añades a la superficie del suelo alguna cubierta protectora (hojarasca u otros restos vegetales) verás que el agua apenas escurre (agua en superficie) y el agua infiltrada, en la base de la botella, drenará limpia. Si a esa botella le puedes añadir un tubo, como en la imagen, aún mejor.
Suelo cubierto de hojarasca /Con cebada/Sin Protección
Otros sencillos experimentos con el suelo como protagonista, sus propiedades y componentes, puedes descargarlos (pdf) en este enlace de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo (SECS)
¿Cuánto sabes sobre suelos, desertificación y sequía? ¡Responde a este quiz!
El edafólogo David Badía ha creado este quiz sobre suelos, desertificación y sequía para poner a prueba nuestros conocimientos en el día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Descubre y aprende con él los conceptos de suelo y desertificación, las funciones del suelo o las propuestas de la ONU para este año Mundial 2020, entre otras muchas cosas.
¿Te animas?