(Zaragoza, 20 de abril de 2022). El yacimiento de Badanj, situado al sur de Bosnia-Herzegovina, es uno de los más importantes a nivel europeo en términos de riqueza material para el periodo Epigravetiense Reciente (c. 18.000-12.000 años antes del presente). La última campaña de excavaciones arqueológicas en este yacimiento ha contado con la participación de estudiantes del Grado de Historia de la Universidad de Zaragoza, así como de las universidades de Zagreb (Croacia), Bournemouth (Reino Unido) y Mostar (Bosnia-Herzegovina).
El estudio de los materiales de este yacimiento resulta de gran utilidad para comprender las adaptaciones que llevaron a cabo las sociedades humanas a cambios medioambientales de gran repercusión en esa región, en el periodo entre 18000 y 10000 años antes del presente.
Los trabajos de excavación se han desarrollado desde finales del pasado mes de marzo hasta mediados del mes de abril y han logrado reunir a investigadores de Bélgica, Croacia, Francia, Inglaterra y España, además de los estudiantes.
La riqueza del yacimiento de Badanj así como su excepcional preservación ofrecen una ventana abierta para la comprensión de cambios implementados por las sociedades humanas del periodo para adaptarse a nuevas realidades medioambientales. Cubre el periodo de la segunda mitad del Paleolítico superior, al final de la última glaciación (entre 18000 y hasta 12000 años antes del presente). Su casi medio millón de piezas líticas y millones de fragmentos óseos -hasta la fecha- le sitúan al nivel de algunos de los yacimientos más importantes a nivel mundial.
El número de ornamentos personales documentados supera por mucho a la suma de todos los otros yacimientos del Sureste de Europa, lo mismo que ocurre con sus piezas de arte mueble paleolítico y tiene el privilegio de ser el primer yacimiento en que se documentó arte rupestre paleolítico en los Balcanes. Además, cubre el periodo clave del final del Último Máximo Glaciar, el Tardiglaciar y la transición al Holoceno, en que los seres humanos se tuvieron que adaptar a cambios medioambientales de gran repercusión, especialmente en la región.
En esta zona, la anteriormente “llanura adriática” se transformó en el actual Mar Adriático, debido a la subida del nivel del mar provocada por el deshielo de los glaciares. Al mismo tiempo, nuevas áreas de montaña pudieron colonizarse, liberadas de los hielos de la glaciación. Los seres humanos debieron adaptar sus modos de vida y sus estrategias de subsistencia a las distintas condiciones.
Las campañas arqueológicas en este yacimiento comenzaron a desarrollarse en el año 2019 y se estima que continúen hasta 2025, dirigidas por los Dres. Aitor Ruiz Redondo, profesor del Área de Prehistoria de la Universidad de Zaragoza, miembro del grupo de investigación Primeros Pobladores y Patrimonio Arqueológico del Valle del Ebro (P3A) e investigador del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales (IUCA) y Nikola Vukosavljević, profesor de la Universidad de Zagreb.