Los avances conseguidos por el IUCA posicionan a la Universidad de Zaragoza como primera institución de España y séptima del mundo más avanzada para detectar y caracterizar nanomateriales en el medio ambiente

 

La Real Sociedad de Química de Inglaterra destaca la aportación de la técnica desarrollada por el Grupo de Espectroscopía Analítica y Sensores (GEAS), que coordina el director del IUCA, Juan Ramón Castillo

El hallazgo ayudará al control de nanopartículas de origen natural y artificial en suelos, aguas naturales y alimentos.

La Universidad de Zaragoza es la primera institución de España y la séptima del mundo, solo superada por seis centros de Estados Unidos, que más aportaciones ha realizado al desarrollo de nuevas técnicas que ayuden a detectar y a caracterizar nanomateriales en el medio ambiente, según la revista científica “Journal of Analytical Atomic Spectrometry” de la Real Sociedad de Química de Inglaterra.

Este destacado posicionamiento se debe a los avances conseguidos por el Grupo de Espectroscopía Analítica y Sensores (GEAS) del Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA). Este grupo desarrolló el año pasado una técnica pionera, denominada Single Particle Analysis–ICP–Mass Spectrometry, que permite determinar el tamaño, forma, y composición química de nanopartículas presentes en medios biológicos vegetales y animales, suelos, aguas naturales, alimentos, entre otros, tanto de procedencia natural como artificiales.

La gran aportación del grupo GEAS, que lidera el investigador , catedrático y director del IUCA, Juan Ramón Castillo, es que ha logrado por primera vez, mediante instrumentación convencional, como es un espectrómetro de masas inorgánico, caracterizar el tamaño, forma, y composición química de una única nanopartícula. Este avance ha alcanzado una enorme repercusión mundial, ya que hasta el momento este tipo de estudios se realizaban a partir de la suspensión de una determinada concentración de nanopartículas sin diferenciar.

Este sistema ayudará a conocer mejor los efectos de estos nanomateriales, ya que cada vez es más frecuente su utilización en productos cotidianos en alimentos, fármacos, cosméticos, ropa, electrónica, construcción, aditivos en combustibles fósiles, entre otros. De hecho, es tal su presencia, que ya son considerados por la Environmental Protection Agency (USA) y por la Unión Europea como contaminantes emergentes medioambientales.

Hasta ahora el trabajo en el campo de los nanomateriales se realizaba a partir de una caracterización, bien visual, mediante microscopios potentísimos, o a través de un análisis químico, pero de una población con un considerable número de nanopartículas sin diferenciar.

Además, esta técnica puede aplicarse de la misma manera tanto en nanopartículas naturales, –desde sólidas, carbono; sílice; o artificiales, ayudando a avanzar en el conocimiento de los  nanomateriales, que han generado un enorme adelanto en numeroso ámbitos de la vida actual desde electrónica, fármacos, alimentación, o incluso en la construcción de edificios.