Caspe alberga el XII Curso de Arqueología Experimental dirigido por investigadores del IUCA

En esta edición, que finaliza el sábado, los alumnos van a aprender técnicas de producción de cerámica prehistórica a mano y van a participar en su decoración y posterior cocción

También asistirán más de 200 estudiantes desde Infantil hasta Bachillerato de los centros de enseñanza de la localidad

La localidad bajoaragonesa de Caspe alberga desde ayer lunes hasta el próximo sábado 17 de septiembre el XII Curso de Arqueología Experimental, organizado por el Centro de Estudios Comarcales del Bajo Aragón-Caspe (CECBAC) y la Institución Fernando El Católico, y dirigido por Carlos Mazo y Javier Fanlo, profesores de la Universidad de Zaragoza y miembros del grupo de investigación Primeros Pobladores del Valle del Ebro del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón (IUCA).
 
Los 24 alumnos de este año, que proceden de las tres provincias aragonesas, pero también de Asturias, Galicia, Madrid, Comunidad Valencia y Cataluña, van a poder conocer técnicas de producción de cerámica prehistórica a mano y participarán en su decoración u otros tipos de acabados y en su posterior cocción. También habrá una aproximación a la Arqueometalurgia, con la reproducción de los procesos de reducción de cobre y estaño y la elaboración de útiles de bronce, así como a las técnicas de perforación de materiales duros durante la prehistoria. Las ponencias y las actividades están impartidas y conducidas por los investigadores Javier Fanlo, Abel Berdejo, Alberto Obón y Antoni Palomo.
 
El año pasado, por primera vez, fueron invitados a participar en el curso los centros de enseñanza de Caspe. Fue tan positiva esa experiencia que en esta edición se han organizado una serie de actividades paralelas específicamente diseñadas para doce grupos de distintos centros escolares de Caspe. Los más de 200 alumnos, desde Infantil hasta Bachillerato, podrán ver y en algunos casos ser protagonistas en la elaboración de cordajes, en la producción del fuego, en la talla del sílex, en la utilización de puntas de proyectil (con arco y con propulsor), o en la reproducción de pinturas rupestres.